Tras casi cinco años sin escribir nada aquí, pensaba en otro blog. Otro más.
Pero ¿qué hay de malo en volver a escribir en éste?
Nada.
Así que dejo de mirarme el ombligo y vamos allá con nuevas sinapsis.
Revisando el ejemplar del 20 aniversario de la revista «Wired«, me volví a sentir abrumado por todo lo nuevo que supone el universo de internet, la tecnología, social media y demás. Todo interesante, sorprendente la energía creativa que irradia San Francisco (entre otros lugares) Y encontré algo que me llamó la atención: Stellar.
No tiene que ver con la película galáctica de Christopher Nolan, ni con el grupo coreano de música pop…
Stellar tiene que ver con el dinero. Con otra forma de moverlo. Stellar es imaginación, disrupción, riesgo, romper paradigmas en uno de los campos más rígidos: el del dinero y las transacciones económicas.
¿Funcionará? Ni idea. Confieso que en el mundo de las monedas digitales me siento perdido. Pero ahí está un vídeo (largo) con más explicaciones, la provocación y la invitación a despertar las conexiones.
sináptico 